29.12.10

131# Un Recreo

La satisfacción de estar con los que querés en el mejor momento de tu vida, cuando te sentis pleno, cuando sentís que no te falta nada, o que eso que te falta no es relevante para tu felicidad.
Esos momentos son los que valoro y por eso, me tomo dos minutos de mi tiempo para expresarlo por escrito y que quede grabado con fecha y todo.

Quiero que sepan, amigas, que si se siente identificadas, es por que es para ustedes. Las amo.

25.12.10

130#

It's a long wild ride

20.12.10

129# Obsesionario en La Menor

Puedo entender. Es más, entiendo completamente que no tenemos nada que ver uno con el otro y nunca tuvimos vínculo alguno ya que eramos dos pequeños seres tratando de encontrar lo que querían ser y, claramente, terminamos por no compatibilizar. Eso lo tengo claro. Lo mío lo superé. Digamos mejor que lo acepté como un imposible (no salten con impossible is nothing). Y con eso todo iba bien. Pero cuando todo mi entorno de la nada compatibiliza ES un golpe. ¿Por qué? Porque empieza a estar en todos lados, empieza a tener gestos que si en algún momento tuvo con vos, fue de pura suerte, empieza a llevarse con esa misma gente que en un momento te dio la razón sobre su, aparentemente, no tan despreciable personalidad.
Eso me lleva a pensar varias cosas, pero todo se reduce a un ataque de celos constante y una desesperación que me lleva a cometer actos ridículos que bajo ninguna circunstancia pueden alterar su vida, ni la de nadie. Digamos. La paranoia, la desesperación, los celos, la depresión POR NADA.
¿Siempre fui tan obsesiva con el tema? ¿Por qué recién ahora, después de años, me doy cuenta que no era él? ERA YO. Que todo ese drama nunca existió más que en mi cabeza como alucinaciones dignas de esquizofrenia.
El golpe contra la pared había llegado mucho antes, cuando dije por primera vez que era suficiente todo esto. Parece que no. Y esto tampoco es un golpe contra la famosa tapia de la cordura. Intento repasar por mi mente cuando fue que empecé a pensar que estaba bien como estaba tratando la situación y cuando perdí el tacto al momento de tantear el terreno. Nunca existieron más que bromas y charlas fluidas propias de personas con tiempo libre y poca gente para molestar. Las llamadas nunca llegaron y si llegaron fueron a teléfonos ajenos a mi propiedad. Los mensajes también. Y las visitas guiadas fueron con otras intenciones. Y si algo pasó fue una sola vez y nunca más. ¿Por qué? De casualidad o un momento de aburrimiento que causó en mi una confusión importante. Y no quiero escuchar hablar de la causalidad de los hechos. Esto pasó sin motivos, sin fines. Pasó por que seguro fue un error. O no. Pero pasó y ese es el punto.
El tiempo de llorar por algo que nunca fue tiene que terminar, por más que el llanto nunca haya sido literal, salvo ocasiones límite específicas. Y va a quedar en el olvido, algún día, como esas anécdotas que no contamos por que nos da pudor recordar lo que fuimos en años anteriores cuando tratábamos de aprender algo que nos pudiera servir para ser las personas que somos hoy y vamos a ser mañana. Los días de vivir en el pasado pronto van a acabar, por el simple hecho de haber terminado de adherir a mi la idea de que ya pasaron y no van a volver y no sirve de nada.
Cierro un capítulo de 1100 hojas en mi vida, al mismo tiempo que empiezo a dejar las hojas en blanco para empezar a escribir uno, uno en el que la protagonista sea yo, viviendo mi vida, sin estar pendiente de nadie y sin esperar que los demás hagan las cosas por mi. Esta obra de teatro sin comienzo ni fin, ni nudo ni desenlace presenta su telón final hasta que el actor secundario propio de esta obra decida reaparecer. O no.

13.12.10

128# Crónicas

Pongámoslo de este modo: cuando uno no está, se va, la vida de los demás, tarde o temprano, va a seguir su curso.
Muchos piensan qué pasaría si dejan el planeta. ¿Qué pensarían los otros? ¿Cómo seguirán sus vidas? ¿Seguirá todo igual? ¿Quién va a ocupar tu lugar, tu cama, tu puesto, tu silla en aquel bar? Pero más que nada ¿Qué tan dispensable sos?
No sé exactamente lo que pasa por la cabeza de cada uno de los que te conoces, pero sé como fue cuando, de la nada, no aparecí más y mi nombre dejó de figurar en los últimos sms enviados, las últimas llamadas realizadas, los últimos muros comentados. Es que me fui sin que me echen, pero nunca volví. No por que no quisiera, sino porque mi lugar no estaba disponible y porque ya no era yo, ya no más.
En cuanto a la vida de los que me rodeaban, siguieron su curso sin mayor problema. Quizás alguno gastó 10 minutos de su tiempo en preguntarse dónde, por qué, para qué, hasta que algún otro, cortó con tanto misterio y le informó de mi nuevo paradero. Quizás fue un tema de debate. O quizás no se acordaron hasta el momento que figuraba en la lista pero no respondía 'presente'. Dicen que durante meses fue así.
Pero el día que tacharon definitivamente y dejaron de llamar a quien no estaba ¿Se habrán olvidado de aquella persona que ocupaba aquel espacio? Mi banco, mi lugar en el recreo, mi lugar en ese bar, en cada foto. Todo es un hueco. Todo es un hueco que alguien, quizás, va a llenar eventualmente. O quizás no. Quizás. Todo es un quizás. La cama. Ese espacio físico que ocupaba cuando pasaba la noche fuera de casa. ¿Qué fue de eso? ¿Qué fue de todos los que me acompañaban? Algunos siguieron, otros se quedaron.
Desde chiquita me lo explicaron todo como un camino. Algunos salen todos juntos. A medida que avanzan, se van quedando algunos y se van agregando otros a la gran caminata. Pero yo que llegué ¿Los que caminaban conmigo siguen? ¿Por qué ellos pueden seguir y yo no? Si salimos juntos. Otra de las cosas de la vida que jamás entendí y, dadas las circunstancias, no voy a entender. Por lo menos en esta vida.
Una vez, uno se acordó y me habló. Si. Me preguntó cómo era mi vida ahora. No le pude responder. Me contó lo que pasaba en su vida, como solíamos hacer cuando estaba con él. Si. Me pidió perdón por seguir con su vida. Algo que nunca entendí. ¿Qué esperaba? En fin. Me habló, pero no le pude responder. Ayuda. Esa fue la palabra que se clavó en mi pecho. ¿Qué podía hacer yo, si no podía responder siquiera? Por eso resolví escuchar. Escuchar. Lo que muchos necesitan. Escuchar y ser escuchados. Tampoco pude abrasarlo. Pero no me quejo. Cada tanto me recuerda. Yo lo siento. Me nombra por error. ¿Por error?Cada tanto recuerdo lo que se sentía. Cada tanto tengo ganas locas de volver. Pero, ¿Para qué? Las cosas para todos siguieron y sería muy distinto, y no sería yo.
Lo que me lleva a preguntarme ¿Qué tan dispensable soy, fui, seré? No tengo un respuesta para eso. Lo que uno es no se mide en cantidad de opiniones. Entonces ¿En qué? No se mide. Cuando dicen que aunque seas nadie en el mundo de muchos, sos el mundo para unos pocos, es verdad. Se siente. Te das cuenta, tarde quizás. Pero te das cuenta en fin. No me queda nada más que decir salvo que la vida es hermosa, por lo que aprovecharla es lo mejor que podés hacer y dejar de gastar tus energías en quejarte y llorar por causas que no tienen importancia, sería óptimo.
Si más, me despido. Hasta la próxima vida.

5.12.10

127# Optimismo Puro

Lo bueno de la vida es que nunca sabés si las cosas van a mejorar o empeorar. Por eso siempre hay que mantenerse optimista. SIEMPRE.