En mi sueño me visitan dos caras muy distintas. Ninguna me mira. Le hablo a una de ellas, me responde, nos reimos, me hace soltar una lágrima dulce. A la otra también le hablo, tarda en responder pero su respuesta duele y corta, se va, me hace soltar una lágrima salada. Veo dos caras pero miro a la más callada, sufro por dentro, lo ve, sin embargo parece no importarle. La otra cara sigue hablando, yo contestando, ambos riendo. Siento una inmensa paz a mi alrededor. Nadie la nota, solo yo. A nadie le molesta, solo a mi. Nadie parece preocuparse, solo yo. Ambas caras en algún momento me resultaron muy familiares. Sé bien como es la cara que habla, mientras tanto desconozco la cara muda. Antes la cara parlante no estaba y la cara muda hablaba. Antes la cara parlante no me conocía y la cara que me lastima me sabía de memoria. Me empiezo a preguntar si en algún momento me voy a despertar de mi sueño. De pronto me doy cuenta de que no estoy soñando.
Magno
9 years ago
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