15.7.11

163# Love Game

Juegan a las escondidas. Corazón con corazón. Juegan al marco-polo. Ambos gritan 'marco' y ambos gritan 'polo'. Jamás se encuentran. Juegan a la mancha. Pero terminan tropezando. Corazones torpes los de hoy en día. Tratan de jugar un juego que ambos saben que no pueden ganar. Hay algo más fuerte que no los deja terminar las partidas. ¿Qué puede ser más fuerte que el deseo de jugar juntos? La distancia. Es claro que la distancia es su mayor impedimento.
Pobres de estos corazones que sufren las trampas de la vida. Desencuentro tras desencuentro, estos corazones que esperan, desesperan. ¡No desesperes corazón! Desespera el que espera.
De todos modos, estos pequeños ludópatas algún día entenderán que son demasiado jóvenes como para entender las reglas del destino. Reglas que aparecen cuando a este se le antoja y desaparecen cuando se aburre de ellas. '¡Destino tramposo!' dirá usted. ¿Es realmente tramposo? ¿O son estos jugadores desesperados por ganar? Disculpe, no tratan de ganar. Tratan de jugar.
Es hora, pequeños corazones, que dejen sus adicciones y empiecen a ser realistas.

1 comment:

Pablo said...

Cuanta verdad junta... pienso parecido, muy bueno!