Uno muestra afecto, el otro lo obtiene sin hacer nada.
Uno muestra interés, el otro irrmediablemente lo recive.
Uno busca excusas para cruzar sus caminos, el otro es asechado y cuando se ven es "casualidad".
Uno es sincero, pero subestimado, el otro no se sabe qué es, qué quiere, a qué quiere llegar.
Uno es seguro, el otro incierto.
Ambos aparecen ante la ausencia de ella, ambos la escuchan y la conocen a medias.
Uno está aprendiendo, el otro tiene cancha.
Uno es todo lo que necesita, el otro es todo lo que quiere.
Es increible como uno hace lo que ella pide mietras que el otro hace exactamente lo opuestou aunque ella lo sepa, toma el verso del quizás, como una posibilidad.
Quizas en un tiempo, uno empiece a tener relevancia, es nuevo, mientras el otro, que ya tiene su historia, deje de pesar tanto en su vida.
Magno
9 years ago
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